Toda siembra tiene sus frutos

Hoy ha sido un día intenso y rico en nuestro trabajo capitular. Hemos vivido en palabras de algun@s “la fuerza de la comunicación y el contagio del entusiasmo de unos a otros”.

Después de reflexionar todos los núcleos temáticos y recoger de cada uno, los compromisos a los que nos sentimos llamados, hemos vuelto a pasar todo por el corazón para, juntos discernir y elegir los que nos van a ayudar a dar el “paso más” en nuestra misión durante los próximos seis años.

En la Eucaristía hemos recordado a las mártires que tenemos en la Compañía de María y con la entrega de una cruz a cada Provincia o delegación, hemos renovado nuestro compromiso de seguimiento a Jesús crucificado y vivo por nosotras, convencidas de que “el grano de tierra que cae en tierra y muere, da siempre fruto”

Con la presentación del Proyecto Burdeos se nos abren nuevos caminos para beber de nuestras fuentes, reflexionar nuestra identidad y crecer en conocimiento y pertenencia a nuestra gran familia universal.

La noche nos ha traído el regalo de conocer el estado de las obras de la escuela Mobokoli en Kinshasa, que abrirá sus puertas el próximo mes de septiembre. Desde ayer una nueva comunidad acaba de comenzar a vivir en ella.